Luego de sobrevolar el Océano Indico; haciendo escala en Kuala Lumpur por un par de horas; llegamos a Bangkok – Tailandia. Debimos realizar trámites de control de salud, ya que los ciudadanos de algunos países debemos de presentar certificado de la vacuna de fiebre amarilla. Finalizados dichos trámites y tras recorrer un poco el GRAN aeropuerto, nos dirigimos a una famosa calle, llamada Khao San Road.
Khao San nos dió una bienvenida shockeante. El taxi nos dejó a unas cuadras del hotel, con lo cual tuvimos que transitar la misma con todo nuestro equipaje, esquivando gente, muchos borrachos, puestos de comida y soportando olores varios. Con el tiempo nos iremos acostumbrando a esto, pero viniendo de Nueva Zelanda y Australia, nos shockeo!!!!
Khao San es donde se aloja la mayor parte de los viajeros que buscan precio bajo y medio, con lo cual podrán imaginarse que hay un ambiente bastante jovial durante la noche. Está atestada de bares, gente local vendiendo lo que nadie quiere comprar y donde turistas compran cantidad de cosas que no necesitan.
Pasados dos días de nuestra llegada, fuimos a recibir a Alfredo, el papá de Mateo. Tras un desencuentro de 3 horas, por estar esperando en diferentes lugares del Aeropuerto, nos dirigimos los 3 nuevamente a la zona de Khao San, precisamente a Rambutri Road, la cual es mas tranquila pero paralela a Kao San. Alfredo se sumó por un mes a nuestro viaje, para descubrir junto a nosotros el Sudeste Asiático.
En nuestros primeros días en Tailandia recorrimos El Gran Palacio, que es el Palacio del Rey, que hospeda al Buda Esmeralda (el cual no está hecho de esmeralda, sino de Jade). Para poder ingresar a dicho Palacio es obligatorio que tanto mujeres como hombres lleven vestimentas que tapen los codos y lleguen por debajo de las rodillas, por lo cual se podrán imaginar que con 36 grados de temperatura, hemos sufrido un poco de calor.
Al salir del Gran Palacio, nos cruzamos a Wat Poh, el mismo alberga un gran Buda acostado. Aquí también se encuentra una de las mayores escuelas de masajes Thai.
Otro día nos dirigimos en un taxi, con su simpático conductor llamado Simón, a Ranchanaburi y Kanchanaburi.
En Ranchanaburi recorrimos el gran mercado flotante, en los famosos Long Tail Boat (barco de cola larga). Dicho mercado existe desde hace mucho tiempo y si bien, originalmente, era para el comercio de frutas y bienes, actualmente es mas que nada una atracción turística.
Tras algunas compras en el mercado flotante, abordamos el colorido taxi de Simón y escuchando un poco de música Pop Thai, arribamos a Kanchanaburi. Esta ciudad es conocida por el Rio Kwai y el puente que lo cruza.
El puente sobre el río Kwai existió y existe hoy en día. Fue construido por prisioneros ingleses, holandeses y australianos durante la Segunda Guerra Mundial, dicha construcción fue comandada por el ejercito japonés. El mismo fue destruido por bombas teleguiadas de la aviación estadounidense en 1945. Después de la guerra fue reconstruido en metal, ya que originalmente era de Bambú.
Otro lugar que visitamos, y que merece la pena ser visitado, es Ayutthaya. Dicha ciudad fue la antigua capital del Reino Siam. En 1767 la ciudad fue destruida por el ejército Birmano siendo raptados la mayoría de la familia real, las ruinas de la vieja ciudad forman ahora el parque histórico de Ayutthaya. La ciudad nueva fue fundada a solo unos kilómetros al este de aquella. Hacia el siglo 17 se había convertido en un importante puerto internacional con importante actividad comercial.
BUENISIMO!!!!!!!!!!!!!!, EXELENTE!!!!!!, me encantaron las fotos, q experiencia inolvidable..
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